• Progresiva disminución de los costos.
• Minimiza problemas actuales y futuros prevención.
• Identifica ahorros potenciales.
• Racionaliza los recursos disponibles.
• Conoce el estado de los equipos.
• Evalúa la gestión de mantenimiento.
Siguiendo las "best practices" recomendadas, muchas plantas se someten a auditorías periódicas de su función de mantenimiento con el fin de localizar los puntos débiles en su trabajo diario y así identificar sus oportunidades de mejora.
Cuando una empresa se plantea si la gestión que se hace del mantenimiento es la adecuada, la respuesta puede ser sí, noi o regular. Claro está que cualquiera de las tres respuestas es insatisfactoria, porque entre cada una de ellas hay muchos puntos intermedios de respuesta, y porque no informa sobre qué cosas tendrían que cambiar para que la gestión del departamento pudiera considerarse excelente. La mejor solución en el caso de que busquen soluciones y posibilidades de mejora es sin duda realizar una Auditoría de Mantenimiento, comparando el departamento de mantenimiento de la industria que se analiza con un departamento modélico, ideal, y determinando en el proceso qué cosas separan al departamento analizado de ese modelo de excelencia.
• Progresiva disminución de los costos.
• Minimiza problemas actuales y futuros prevención.
• Identifica ahorros potenciales.
• Racionaliza los recursos disponibles.
• Conoce el estado de los equipos.
• Evalúa la gestión de mantenimiento.
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